Las primeras esculturas de José Antonio Abella datan de principios de los años 80 y estaban realizadas en cemento y hormigón. El trabajo con este tipo de materiales irá decayendo desde mediados de los 80 en favor de las esculturas en hierro y acero, aunque continuará intercalando esculturas talladas en piedra a lo largo de la década siguiente.
Como se ha comentado en la introducción a su catálogo escultórico digital, entre sus principales influencias artísticas se puede citar a Henry Moore y Alberto Giacometti. Abella también fue un admirador de la escultura Shona de Zimbabue, con la que entró en contacto en 1992 en la Exposición Universal de Sevilla.
José Antonio Abella (1992) ante Angola Girl, obra del escultor Makina Kameya.*
* Artista nacido en Angola en 1918 y establecido en Zimbabue en 1945, donde trabajó como jardinero, empleado agrícola y minero. En 1966 comenzó su trabajo como escultor en la comundad de Tengenenge. Murió trágicamente en 1987, cuando cayó sobre él una gran escultura que estaba esculpiendo.
A esta categoría pertenecen las esculturas de José Antonio Abella realizadas en distintas rocas, cemento y hormigón, siendo este tipo de soporte el que cuenta con menos obras dentro de su catálogo artístico.
N.B.: Este catálogo digital de la obra escultórica de José Antonio Abella se encuentra en proceso de construcción. Al hacer clic sobre las imágenes se pueden visualizar a mayor tamaño.
Dayán (gato montés). 1980
Hormigón sobre mármol. 21 x 72 x 34 cm
Mujer embarazada. 1981
Hormigón. 33 x 26 x 25 cm
Madre e hijo (maternidad). Ca. 1981
Hormigón. 42 x 28 x 18 cm
Hombre de cuello largo. Ca. 1988
Yeso pintado. 36 x 13 x 15 cm
Cabeza de mujer. Ca. 1991
Piedra de Calatorao. 29 x 13 x 20 cm
Dama de la peineta con forma de zigurat. Ca. 1992
Alabastro. 52 x 35 x 17 cm
Babuino silbando. Homenaje a los escultores Shona de Zimbabue. Ca. 1993
Basalto. 47 x 20 x 23 cm